lunes, 28 de agosto de 2017

ETIMOLOGÍAS



“MÁS LISTO QUE LOS RATONES COLORAOS”


A pesar de que parece una expresión muy coloquial y llana tiene su origen nada más y nada menos que en la célebre expedición del Beagle que llevó a Charles Darwin a recorrer el mundo. Como es sabido, a bordo de aquel barco capitaneado por Robert FitzRoy estaba también el rico sevillano Rodrigo Sánchez, que ya anciano quiso disfrutar de su fortuna conociendo los cinco continentes. Darwin, que había empezado a esbozar su teoría de la evolución, explicó a Rodrigo durante una noche en cubierta que había notado que los “reddish mices” eran los únicos que conseguían escapar de las serpientes de las Islas Galápago. Rodrigo, que quedó impresionado por la agudeza del señor Darwin, le dijo “you’re even smarter than the reddish mices!”. Cuando Rodrigo volvió a su Sevilla natal comenzó a utilizar la frase como “eres más listo que los ratones coloraos”. A causa de la creciente popularidad de Darwin y de la simpatía de la frase, la expresión se consolidó rápidamente, perdiéndose muy pronto el origen de la misma.

“MÁS PESADO QUE UNA VACA EN BRAZOS”

La expresión nació ya aposta con un significado ambiguo, por lo que es normal que después se haya perdido casi por completo su verdadero origen, que proviene del segundo viaje a América del conquistadorespañol Cabeza de Vaca. Como es sabido, en este viaje Cabeza de Vaca se adentró en lo que hoy es Paraguay, remontando el curso del río con el mismo nombre. En esta expedición, al conquistador le acompañaban su mujer y sus tres hijas, al parecer todas entradas en carnes. Como el terreno de la selva cerca del río principal era cenagoso y poco seguro, la mayor parte del tiempo los compañeros de expedición tenían que hacer turnos para llevar a las mujeres en brazos, lo que suponía un notable esfuerzo físico considerando su tamaño. De ahí que entre los miembros del viaje comenzara a extenderse la expresión “más pesado que una vaca en brazos”, suficientemente ambigua para poder utilizarla incluso delante del jefe de la expedición.

“O FOLLAMOS TODOS O LA PUTA AL RÍO”

Se dice que es uno de los oficios más antiguos del mundo, así que casi todas las expresiones de este tipo son también muy antiguas. Según el evangelio apócrifo de Rafael Jacobeo, durante las bodas de Caná (en las que Jesucristo había convertido el agua en vino, recordemos), un grupo de fariseos venidos del norte se acercaron a Jesús y a María Magdalena, que se había convertido recientemente. Desconfiados por su nueva vocación, empezaron a hacerle proposiciones no muy castas, ante las que Jesús tuvo que salir en su defensa, recordando a todos que Magdalena ya no era la pecadora que ellos pensaban. Abel, hijo de Jesé, esclavo de los efluvios de Baco, le dijo entonces: “Jesús, o follamos todos o la puta al río”. Se desconoce si la expresión ya se utilizaba o si quedó inmortalizada por este evangelio como ejemplo de impiedad.

“COMERSE UN MARRÓN”

La expresión proviene de la I Guerra Mundial, con casi toda probabilidad de la Batalla de Verdún, en Francia. Una parte fundamental para las tropas aliadas era asegurar el perímetro de las trincheras por la noche, una misión tan arriesgada como necesaria. Cuando los ánimos empezaron a mermar entre los soldados, el general Nivelle decidió recompensar a los que llevaran a cabo las misiones con “marron glacé“, una delicia que el general ofrecía de su bolsillo y de su despensa personal. Es por eso que al principio los soldados se ofrecían voluntarios con mayor frecuencia para estas misiones, diciendo contentos “hoy me como un marron“. Poco a poco, aunque iban cediendo en la batalla, los alemanes comenzaron a capturar y a matar un alto porcentaje de los exploradores franceses que cada noche salían a inspeccionar la zona cercana a las trincheras, por eso la expresión comenzó a difundirse con un significado negativo, como queriendo decir que el “marron” no compensaba el alto riesgo de la misión.

“SUDAR LA POLLA”

“Sudar la polla”: Parece difícil creer que una expresión tan vulgar pueda tener un origen no solo antiguo sino incluso científico. En los “Tratados Médicos” de Hipócrates se encuentra descrita una afección extremadamente particular, explicada en función de los cuatro elementos: el exceso del fuego y del agua en los individuos de una cierta edad provocaba una especie de fiebre, que concéntrandose en la zona alrededor de los genitales producía abundantes sudores. La descompensación de los elementos conllevaba además una relajación de algunas zonas del cerebro que daban lugar a un desprecio por los problemas importantes. De ahí que desde entonces estuvieran asociados los sudores en torno al pene con la pasividad y la inacción. Aunque no hay testimonianzas escritas ni médicas al respecto, se cree que Sócrates fue víctima de este síndrome, de ahí la parsimonia y la tranquilidad con que vivió su proceso y su condena a muerte. De hecho, en una copia muy antigua de “La apología de Sócrates” de Platón se lee al margen un comentario anónimo: “Estaba claro que le sudaba la polla“.


FUENTE: https://emitologias.wordpress.com/